De Santo Domingo de Silos a tierras de frontera: El avance del Cid

Tras dejar atrás Burgos y los primeros tramos de la Ruta del Cid, seguimos avanzando por tierras de Castilla, donde los paisajes cambian y el viaje nos sumerge cada vez más en la época medieval. En esta etapa, atravesamos tierras de frontera, marcadas por castillos, fortalezas y pueblos que en su día fueron escenario de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.

Nuestro destino en este tramo nos lleva desde Santo Domingo de Silos hasta las puertas de Castilla-La Mancha y Aragón, recorriendo lugares emblemáticos como San Esteban de Gormaz, Berlanga de Duero y Medinaceli.

De Silos a San Esteban de Gormaz: El viaje hacia el Duero

Saliendo de Santo Domingo de Silos, el paisaje nos ofrece un contraste entre la serranía burgalesa y los primeros valles del río Duero. Aquí, el camino nos lleva hasta San Esteban de Gormaz, una localidad con una gran importancia histórica.

San Esteban de Gormaz fue una de las primeras poblaciones reconquistadas en el siglo X y un punto estratégico en la defensa de Castilla. Algunos lugares imprescindibles aquí son:

  • La iglesia románica de San Miguel, considerada una de las primeras iglesias con galería porticada en España.
  • El castillo de San Esteban, desde donde se tienen unas vistas impresionantes del valle del Duero.
  • Los antiguos puentes sobre el río Duero, que servían como punto de paso en tiempos medievales.

Esta localidad nos marca la entrada a la provincia de Soria, donde la ruta sigue avanzando hacia tierras aún más marcadas por la historia del Cid.

Berlanga de Duero: Fortalezas y fronteras

Más al sur, llegamos a Berlanga de Duero, una localidad clave en la defensa del reino cristiano. Esta villa amurallada es un testimonio vivo de la época en la que las guerras entre cristianos y musulmanes definían el mapa de la península.

Aquí destaca su castillo medieval, una fortaleza imponente que nos recuerda la importancia militar de la zona. Berlanga también cuenta con una espectacular muralla, que aún conserva varios de sus tramos originales.

Otro punto de interés es la Collegiata de Santa María del Mercado, un templo que demuestra la riqueza y el poder que esta villa tuvo en siglos pasados.

Medinaceli: Última parada en Castilla antes de Aragón

Siguiendo el camino, nos adentramos en una de las joyas de la Ruta del Cid: Medinaceli. Esta ciudad tiene una ubicación estratégica en lo alto de un cerro, lo que la convierte en un lugar privilegiado para contemplar los paisajes de Castilla.

Medinaceli es famosa por su Arco Romano, el único de tres vanos que se conserva en España, pero también por su pasado musulmán y cristiano. Aquí, el Cid pasó parte de su destierro, buscando alianzas con distintos gobernantes musulmanes para poder sobrevivir y reunir un ejército.

Entre los puntos más destacados de Medinaceli encontramos:

  • El Palacio Ducal, un edificio renacentista con una gran historia.
  • La Plaza Mayor, donde el tiempo parece haberse detenido.
  • El Monasterio de Santa Isabel, que aún conserva su encanto medieval.

Medinaceli marca el final de esta etapa de la ruta. Desde aquí, el viaje nos lleva a tierras de Aragón, donde la historia del Cid da un giro crucial en su camino hacia la conquista de Valencia.

Rumbo a Aragón: El próximo destino

Dejamos atrás Castilla para adentrarnos en las tierras que marcarían el destino del Cid en su camino hacia Valencia. En la siguiente entrada del blog, recorreremos lugares como Molina de Aragón, Albarracín y Teruel, escenarios de batallas, alianzas y momentos clave en la historia del Campeador.

¡Nos vemos en la próxima etapa de este viaje épico!



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